La cuna del Sella |
Sajambre / Sayambre (León) es sin duda alguna una de las perlas de la cordillera, uno de los rincones que todos los amantes del verde, del bosque y de la peña sueñan con perderse varios días en sus frondosos y largos hayedos o en sus cumbres, como el pico Jario, que ascienden hasta tocar el cielo de los Picos de Europa.
Sayambre es un típico valle de vertiente norte cantábrico donde se gesta uno de los ríos más afamados (ya sea por las piraguas o por los salmones) del norte de España: el Sella.
Desde la Fuente del Infierno, bajo el puerto del Pontón que comunica al valle con la montaña del Alto Esla, hasta las paredes verticales de Los Beyos donde Asturias llama a la puerta, el Sella recorre sus primeros pasos forjando y tejiendo un microcosmos de naturaleza impactante.
Oseja, Soto, Pío, Vierdes, Ribota, Cobarcil… componen, con sus hórreos (de cuatro y de dos aguas) y sus invernales, este valle leonés cuyo nombre «Sajambre» (en asturleonés «Sayambre» y en sus inicios latinos «Saliame») no quiere sino otra cosa que «la tierra del sella». Por otro lado, este nombre y esta raíz prerromana de «Sal-» está patente en centenas de topónimos de esta cordillera (Saja, Salio, Saliencia, Salce, Salentinos…) viniendo a manifestar todos ellos un significado común: Agua. El agua, pilar básico de construcción de todos estos valles donde antiguos glaciares modelaron un terreno donde los ríos, las riegas, los llagos y las fuentes surgen casi debajo de cada piedra o árbol, sustentados por las perpetuas nieves que el concejo de Sajambre aún guarda en los inminentes jous de Torre Santa.
El Pico Jario, un recorrido circular entre Oseja y Soto |
La peña Niajo, Pozúa, Peña Beza… hay tantos altos en este valle desde los cuales uno puede fascinarse con el terreno y las vistas alcanzadas que no es fácil decantarse a primeras con un objetivo montañero.
Puesto que Vegabaño es también uno de los lugares imprescindibles de Sayambre, una buena ruta es culminar el Jario desde Oseja para descender Vegabaño y volver por la pista forestal de los hayedos de Soto de nuevo a Oseja. Toda una rutaza que combina robledales, hayedos, pastos de altura y espectaculares vistas hacia Los Beyos y Picos de Europa. En total son cerca de 16 kms y un tiempo aproximado de seis horas y media. Vamos allá.
De Oseja a Llabeño |
Este primer tramo es pura cuesta que hay que tomarse con calma y deleitarse de las vistas que vamos a ir obteniendo según ascendamos. No en vano vamos a enfrentarnos a un desnivel de cerca de 1.200 metros desde los 700 metros de Oseja a los 1.913 de la cumbre.
Según las indicaciones que me proporcionan en el punto de información turístico de Oseja, se ha de tomar el GR que conduce a Soto el cuál está muy bien señalizado a la salida del pueblo dirección Cangas.
Pasando la bella ermita de San Roque la pista se interna en un castañal que luego será robledal cuando atrevesemos un puente que da comienzo a una larga cuesta que no nos abandonará hasta llegar a las invernales de Barcantiz.
Hemos de abandonar la pista que conduce a Soto y el mirador de los Porros (la cual tomaremos en la vuelta de la ruta) para tomar un desvío que se interna en el robledal y aunque no parece muy nítido al principio, es el camino que nos hará ganar un fuerte desnivel para posicionarnos en la base del Jario, justo encima de nuestras cabezas.
Hay que sobrepasar las invernales dar con una buena pista que conduce más placidamente a Llabeño, maravilloso paraje desde donde tendremos unas prestosas vistas del valle.
De Llabeño al Jario |
Toca coger vereda e intución montañera. Primero medio cresteando y ganando altura por el cordal que separa el valle por el que hemos ascendido del de los Pontigos, y luego ladeando y dirigiéndonos hacia los pastos ganaderos de Las Llampas. Este lugar ofrece de nuevo geniales vistas de la barrera caliza de Los Beyos, nexo de unión entre Ponga y Sajambre.
En poco tiempo alcanzamos la collada Neón (1.771 metros). Este collado otorga las vistas que hemos buscado desde hace rato, y que no son otras que los Picos de Europa con las paredes de Torre Santa en primera línea.
Nuestro pico Jario se presume muy cercano desde este punto, pero aún nos queda 20 minutos de ascenso hacia su cumbre, la cual ofrece dos caras bien diferenciadas: por el oeste es pastizal suave pero pindio y en su cara norte y este es caída libre de roca, argayo y tierra.
Las vistas son, como no podía ser menos, de sobresaliente alto. Se aprecia muy bien el enorme manto forestal del Pontón, donde el haya es reina indiscutible del paisaje. Al mismo tiempo otras cumbres de la cordillera como Ten, Pileñes, Maciédome, Yordas, Mampodre también destacan en el horizonte.
Descenso a Vegabaño y a Oseja por Los Porros |
Dejamos la cumbre para volver de nuevo a la collada Neón, desde la cual parten varias sendas que descienden perdiendo altura muy rapidamente por el valle de Llareya, donde existe una cabaña al borde del hayedo. Llegando a ella hemos de internarnos en el bosque para topar con el camino que lleva a Vegabaño, muy cerca ya.
Vegabaño (1.320 metros), el llamado jardín de Peña Santa, es una majada rodeada del bosque donde se econden las vallejas que dan origen a otro río sajambriego menos popular que el Sella: el Dobra. Un Dobra que nace aquí y que descenderá también a Asturias a través del concejo de Amieva para juntarse con el Sella muy cerca de Cangas de Onís.
Bordeamos Vegabaño (con posibilidad de comer y/o dormir en su refugio) y comenzamos el suave descenso a media ladera por el fresco hayedo que cae ya hacia el valle de Soto de Sajambre.
Hemos de seguir hasta el final de la pista (Mirador de los Porros, 1.150 metros) y no tomar los dos desvíos que veremos hacia Soto si queremos volver a Oseja.
El paseo por el interior del bosque es muy llevadero aunque se puede hacer algo largo. Son ya más de cinco horas de grandes desniveles y la necesidad de una cerveza en Oseja se incrementa.
Tras unas cuantas revueltas en el robledal llegamos al punto donde dejamos esta pista para ascender hacia las invernales. Estamos ya a un tiro piedra de Oseja, completando una jornada de alta montaña cantábrica en uno de los tesoros de la región leonesa: Sayambre.
Si es Sayambre, ha de ser Seya y Oseya.
Pero si es Oseja y Sella, ha de ser Sajambre.
Aparte de esto, lo correcto es Llabeño siempre.
Corregido lo de Llabeño. Muchas gracias por tu comentario Juan y tu aportación.
Buenos días,
Los pueblos que componen el Valle de Sajambre son Ribota, Pío, Vierdes, Oseja y Soto. Cobarcil ya no pertenece al Valle.
La ruta también se puede hacer desde Soto (hay un aparcamiento a la entrada del pueblo) y sería un poco más sencilla.
Gracias por difundir el Valle. Saludos
Buenos días Sonia,
Muchas gracias por visitarme y comentar en primer lugar.
Ahora mismo corrijo ese despiste de Cobarcil, gracias por el apunte.
Si, tengo pendiente realizar un pequeño post sobre Vegabaño en ruta fácil y apta para todos los públicos.
Un placer difundir vuestra hermosa tierra sajambriega. Saludos!
Hola,
El Valle de Sajambre lo componen cinco pueblos: Oseja, Soto, Pio, Ribota, Vierdes y el caserío de Covarcil.
Gracias por informarte y mantenerlo en el listado.
Saludos y felicidades por la página que acabo de descubrir.
¿Cómo que Covarcil no pertenece a Sajambre?, ¿Lo han desterrado?, ¿Conoces el Valle? ¿Dónde crees que termina el Valle?. Deberías de venir a conocerlo antes de dar esa opinión.