La Sierra del Cuera |
Como una larga muralla, de Este a Oeste, el Cuera separa los dos mundos que imperan en Asturias, el mar y la montaña, siendo esta montaña la gran montaña cantábrica de Picos de Europa, nada menos.
Las diferencias entre un lado y otro del Cuera son acusadas, tanto en paisaje como en climatología y temperatura. Hemos de tener en cuenta que esta fina cordillera de aproximadamente 20 kms de longitud hace que las nubes altánticas choquen contra sus paredes calizas, debilitando así su entrada a la depresión del Cares, donde se situan los conceyos de Cabrales y Peñamellera alta. La consecuencia suelen ser días claros, soleados y calurosos en su vertiente sureña, y días mayoritariamente nublados e incluso orbayando en su vertiente norte: Llanes (para desgracia de lo que vamos buscando el atractivo de la preciosa costa llanisca).
Duración: 4 horas
Sentido: Lineal
Y así vivimos nosotros la jornada de montaña que nos llevó a su máxima altura, el Pico Turbina, con 1.315 metros sobre el nivel de un mar que está a apenas 8 kilómetros en línea recta (la no lejana y semejante sierra del Sueve está aún más cercana al mar, siendo un hecho que la cataloga como una de las altitudes más considerables más cercanas al la línea de costa, no solo en Europa, sino en todo el mundo).
Pico Turbina desde Arangas |
En Arangas, pueblo guapo donde los haya, a los pies del mismo Cuera, preguntamos (realmente no había preparado muy bien la ruta) a unos paisanos sobre la mejor manera de «subirse» a Turbina. Ellos nos indicaron amablemente la pista que asciende casi a donde acaba el monte y empieza la peña, pista apta para coches, por cierto, cosa que ahorra mucho tiempo pero que no me gustaría volver a usar, ya que es hacer «trampa» y los coches aquí no deberían pintar nada. La verdadera ruta hay que hacerla a pata si queremos ganarnos el bocadillo (y la sidrina).
Así que haciendo «trampas» subimos el automovil hasta la collada que separa dos valles pronunciados, uno de ellos baja hacia Arangas, el otro ya lo hace hacia tierras de Peñamellera. La pista finaliza justo en frente de una mayada ganadera muy chula donde nos espera un guapo rebañín de oveyas. Nos gustó Arangas por el clima ganadero que se respira, se ve mucha oveja, cabra, vaca y caballo pastando por estos lugares, y eso es bueno, es signo que la montaña está viva, ya que el hecho diferencial de la montaña cantábrica es la armonía entre las cosas del hombre y las cosas de la naturaleza, el fino equilibrio y la simbiosis pactada para que el paisaje no se vea sustancialmente alterado por la mano del hombre.
Pasando este lugar, el camino sigue hacia el Este, a media ladera del Cuera, entre sus peñas calizas y sus vallinas de monte bajo. Nosotros, un poco por instinto, nos salimos de él para coger una veredina (no encontré demasiados jitos en esta senda, pero es perfectamente válida), que nos va a llevar justo a la canal donde aparece un formación caliza muy peculiar, con forma de diente.
Tras unos cuántos zig-zags pasamos esta peña y comenzamos la subida real de la canal que se hace llevadera por el sendero que está en continua curva, zigzagueando todo lo posible para afrontar mejor el desnivel.
Llegamos a un punto por el que pasaremos por una corte para les cabres hecha en la misma peña. Cuidado con las garrapatas en estos sitios.
Los puertos y la parte alta de la sierra |
Desde este sitio ya tenemos una panorámica soberbia de Cabrales y los Picos de Europa casi en su totalidad. Desde Torresanta hasta Torrecerredo, viendose también el Pico Urriellu, todos ellos con una nevada respetable. La neblina que se forma en el valle del Cares (y la que vendrá luego desde el mar) impide tener una visibilidad perfecta.
Hemos abandonado la caliza por el momento y ahora subimos ya en diagonal y hacia el Este entre prados hasta la primera meta de la ruta, la braña de la Piedra l´Osu, a 1.100 metros de altitud, uno de los lugares que más me gustó de la jornada.
Esta mayada, compuesta por alrededor de 10 cabanas, es toda una sorpresa en la ruta. Creíamos que tan solo los rebecos anduvieran por estos lugares tan pindios, y al ver un pequeña vega aquí metida llena de árboles, casas y ganado, es casi como entrar en otro mundo, el mundo del Cuera, una especia de maqueta de los inminentes Picos de Europa, lleno de dolinas y paisajes complicados dominados por la peña, una misma peña que me recordó gratamente al paisaje kárstico del Correcillas, en León. Montañas todas ellas de la cordillera cantábrica.
Aquí comemos y miramos las tres o cuatro cumbres que también nos miran. Distinguimos el Cabeza Ledesma hacia el Este, el pico Llacia, encima de nosotros, Turbina más al norte y al oeste una sierra muy guapa llamada Llavinca.
Último tramo: subida al pico Turbina |
Nos cuesta decidir el objetivo ya que todo pinta muy bien desde aquí arriba, pero queremos culminar en el Turbina, techo del Cuera.
Nos marcamos la ruta bordeando y atravesando dolinas de respetable tamaño, caminando y sorteando lapiaces y brechas producidas por la erosión de la caliza que seguramente esté creando un mundo maravilloso en el interior del Cuera como ha ocurrido con las cuevas de Valporquero en León (esto es tan solo un pensamiento de aprendiz de geólogo…).
Turbina se alza piramidal, nos espera para que echemos un vistazo al otro lado del Cuera, donde en teoría debería verse la inmensidad del Altántico cuando la niebla no se estanca en la rasa cantábrica.
Desde la cumbre hacia el norte vemos lo que sospechábamos: mucha nube y ni rastro de la guapa costa llanisca. Otra vez tendrá que ser. La montaña asturiana, a diferencia de la leonesa, depende mucho de las nieblas y nubes marítimas que se forman al chocar contra esta moles calizas, hecho que puede ser hasta un inconveniente en la orientación de lugares bastos como este mundo kárstico del Cuera, lleno de lugares muy semejantes.
La visión desde la cumbre de los Picos de Europa es de libro. Desde ella se distinguen las principales altitudes y lugares míticos de estos gigantes cantábricos. No deja indiferente la nadie.
El descenso lo realizamos por el mismo camino de ida, que es entretenido y conviene no perder la concentración para evitar accidentes.
Pues enhorabuena por esa cumbre de uno de los montes totémicos de Asturiies, pero vas a tener que volver para poder disfrutar de las vistas sobre Llanes. Y es que tiene razón. Aqui en Asturies es dificil encontrar días limpios de brumas o nieblas y precisamente por ello hasta en los sitios más conocidos o supuestamente fáciles se te puede complicar una ruta. Pero la próxima vez que vayas no vale hacer trampa. Se sube desde Arangas por un senderín muy guapo que te lleva unos metros más arriba de la cabaña hasta la que casi llegaste en coche.
Un saludo
PD: No te comenté nada para este fin de semana. Al final se canceló lo del jueves. Yo saldré el sábado pero voy para los Lagos de Covadonga. Supongo que no puedas. La ruta no es excesivamente larga, pero para llegar a Oviedo antes de las 5, va a ser muy justo.
Cienfuegos, este sabado puede que si pueda. Te digo antes del viernes.
Prometo no hacer trampa la siguiente que vaya 😉
Todo un disfrute recordar mi subida al picu Turbina, en esa ocasión estaba la costa despejada, una maravilla.
Gracias
Expresiones
Piedra
Gracias a ti MIGUEL, se me ha olvidado citarte, pero tu y tu blog han sido siempre mi mejor ventana hacia Llanes y el Cuera. Por fín los conozco.
Muchas gracias.
Ole, ole y ole…ver mi tierra amada en esta página, lleva a un disfrute doble…Dios mio que maravilla de fotos, que maravilla…no sabes las ganas que le tenemos al Turbina, pero un día clarito que no nos pille la niebla, tan caracteríitica en esa zona…además no nos hemos atrevido porque dicen que no está muy bien señalizado…asi es que esperando que alguien algún día nos pueda acompañar…es precioso…y esa costa Llanisca allí debajo…buaffff.
Gracias Alejandro, esa entrada me ha llegado al alma. Abrazotedecisivo a ti y a tu asturianina.
Muchas gracias Sara, todo ye precioso aquí, ya lo sabes. Un abrazo de parte de los dos Sara.
Nos queda esa cumbre pendiente del Oriente Astur, y veo por tus excelentes fotos, que hay que pensar en hacerla rapidamente y esperar tener un dia sin mucha niebla que como bien dices en nuestra querida Llanes esta harto dificil, tomo nota de tu comentario sobre el coche, asi que lo hare sin trampas desde Aranga, como tu dices y Javi Cienfuegos recomienda.
Excelente descipcion Fotos y comentarios, un placer leerlos.
Un Saludo.
Hay que doblar rodilla y subir desde Arangas, jeje. No copies de nosotros, que somos algo folgazanes…
Muchas gracias amigo, un saludo!!!
Buenos recuerdos de esta ruta que hice hace dos inviernos, se nos echó el temporal encima justo cuando hicimos cima y la ventisca y la nieve nos hizo bastante apurado el descenso.
Un saludo.
Hola Tejón, pues que rabia, tendremos que volver este verano sin ventiscas ni nieblas para disfrutar de este pico al 100% como dicen!!
Un saludo