Lugares únicos de Liébana
Subir a Pozo Lláu y los Puertos de Salvorón desde las profundidades del valle del río Deva es un todo un arte de paciencia y fe, pues las duras cuestas y rampas que los tupidos montes norteños del Coriscáu requieren fortaleza y calma para culminar en uno de los parajes más majestuosos de Liébana y el entorno de Picos de Europa.


Hayedos, ríos, puertos cantábricos y fabulosas vistas a los macizos oriental y central de Picos de Europa acompañan la subida para conocer una pequeña laguna que acumula agua durante la mayor parte del año y que constituye uno de los lugares más bonitos del valle de Camaleño y también un buen punto de partida para acometer la ascensión al Pico Coriscáu si así se elige.


Localización:
Pido (Camaleño, Cantabria)
Punto de inicio y llegada: Pido (925 mts.)
Desnivel de ascenso: 800 metros (aprox.).
Sentido de la ruta: lineal
Entorno: Bosque cantábrico y puerto de alta montaña
Dificultad: Media-Alta
Tiempo: 5 horas (ida y vuelta)
Inicio de ruta: Pido
Comenzamos en uno de los pueblos que componen el ayuntamiento de Camaleño, en la comarca de Liébana: Pido. Este pueblín se encuentra a medio camino entre Espinama y Fuente Dé, y es un lugar recomendado junto con Espinama para pasar un fin de semana de montaña cántabra.
La ruta no presenta ninguna dificultad en cuanto en orientación. Tendremos que subir a la parte alta del pueblo, girar a la derecha, pasar unas naves ganaderas y una fuente (de las pocas que existen en el recorrido, sino la única), y en pocos minutos estaremos ya a la entrada del gran valle que desciende de las cumbres cantábricas que hacen frontera con la provincia de León.
La pista tiene una pendiente considerable en algunos tramos, por lo que recomiendo tomársela con calma. Es una ruta que tiene la ventaja de contar con buena sombra durante gran parte de ella, por lo que en días de verano el hayedo se convertirá en una buena cobertura protectora.
Tendremos que seguir durante cerca de dos horas avanzando por esta pista forestal hasta que comencemos a vislumbrar la presencia de las cumbres a nuestro alrededor. Paciencia.


Los Puertos de Salvorón
Entramos por la puerta grande a los grandes pastizales de Salvorón en cuanto salimos del hayedo que nos ha acompañado durante la ascensión.
Es el momento de disfrutar de la pureza del aire, las decenas de flores y colores que pintan estos altos puertos que sirven de perfectos puntos panorámicos de los impresionantes Picos de Europa.
Tras llegar a la cabaña que domina la primera planicie que, tras muchas cuestas, vamos a encontrar en la ruta, cruzamos el reguero y buscamos una serie de senderos que se encuentran a la izquierda, al borde de la montaña.
Luego ascenderemos al siguiente «piso», pasando por una pequeña foz junto al reguero que se descuelga de las cumbres en forma de pequeña cascada. Un lugar muy hermoso.
En todo este tramo destacan las paredes de Peña Vieja, El Cable, Remoña o la entrada a los Puertos de Áliva, es decir, una amplia panorámica en conjunto de los Picos de Europa cántabros y también leoneses.


El Llaú
Llegamos a la siguiente planicie en pocos minutos, casi ya rozando la línea de cumbres donde se encuentra el pico Coriscáu, un gigante de esta parte de la cordillera.
El Pozo Lláu no se dejará ver de primeras y tendremos que buscarlo a mano derecha.
Esta laguna de alta montaña tiene una profundidad escasa pero asombrosamente mantiene agua todo el año. Su fondo, arenoso en un extremo y predregoso en el otro, encaja majestuosamente en el paisaje, dando lugar a una estampa única.
Con la visión de Peña Vieja sobre sus aguas puede recordar otro lago de la cordillera, el Ubales (Asturias), ya que este mantiene un parecido en cuanto a la combinación de agua y Picos de Europa como telón de fondo.
Sentarse en las orillas del Lláu, sentir como el viento mece las aguas y palpar el silencio que aquí reina, es una sensación de placer que compensará el esfuerzo realizado para subir hasta aquí.


Desde este punto se puede subir a la línea de cumbres que separan León de Cantabria, y hacer algún pico de renombre como Coriscáu o El Escaño.
La pendiente seguirá siendo considerable, por lo que recomiendo llevar agua en abundancia y comida.
El descenso a Pido lo realizo por la misma pista de subida, midiendo muy bien las pisadas pues, como siempre recordamos en este blog, en las bajadas están los tropezones.
¡Espero que os haya prestado!.

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