Cuna glaciar, perfecto paisaje cantábrico
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En medio del planeta de brañas, puertos y peñas que es Laciana y Babia, se asienta una aldea a 1.360 metros de altitud, como a caballo entre las dos comarcas, llamada Lumajo (L.lumaxu, para los que falan la viecha l.lingua), el cual guarda en su enorme valle de la Almozarra unas buenas joyas para deleite de andarines y seguidores incondicionales de la madre naturaleza: el pico Muxivén y el Cornón.

L.lumaxu baxu Muxivén a mediados de noviembre
El Pico Muxivén, el titán cuarcítico de 2.032 metros que se levanta sobre el mismo pueblo, es el protagonista del reportaje. Una excursión de dificultad media que nos llevará a conocer los antiguos valles glaciares desembocantes en el padre Sil a vista de pájaro, palpando cada detalle de este terreno que en épocas como otoño, desprende cierta perfección en el paisaje.

Muxivén en verano
Lumajo se configura como el típico pueblo de la montaña cantábrica. Una buena cantidad de hórreos adornan las calles que también se entremezclan con pequeños prados donde pastan esas vacas «roxias» tan características de estas montañas.
Lumajo y su largo valle son también zona de transición entre Babia y Laciana. El paisaje calizo y de monte bajo que Babia ofrece a la vista se ve representado en la parte derecha del valle de la Almozarra, mientras que en su parte opuesta, la cuarcitas del Muxivén imponen el reinado que ya no acabará hasta el final de la cordillera en Galicia.

Fuente y bolos vaqueiros en L.lumaxu
DETALLES DE LA RUTA

Localización: Lumajo, Valle de Laciana (León)
Cómo llegar: Desde Oviedo o León a través de la autopista de la plata A-66, desvío en Caldas de Luna (Puente Fernández Casado) 65 minutos.. Desde Ponferrada CL-631 dirección La Espina, 70 minutos.
Punto de inicio y llegada: Lumajo (L.lumaxu) 1.362 metros de altura.
Desnivel de ascenso: 680 metros (Cumbre a 2.024 metros).
Sentido de la ruta: lineal
Entorno: Alta montaña (cuarcita y monte bajo).
Dificultad: Media
Tiempo: 5 horas
INFORMACIÓN IMPORTANTE
A fecha de hoy (otoño de 2019) la senda que asciende desde el valle principal de Lumajo hasta el collado de la Bobia está bastante deteriorada y existen tramos confusos con monte sin desbrozar. Os aconsejo extremar la precaución y ver bien el recorrido. En épocas de agua puede haber ciertos tramos totalmente encharcados.
Todo indica a que el ayuntamiento de Villablino ha apostado más por la subida a Muxivén desde las brañas de Robles de Laciana que desde Lumajo.
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Tras abandonar las últimas casas del pueblo, dejamos a un lado el camino que recorre la parte derecha del valle para cruzar el envalentonado río que baja de la nieve otoñal que en las montañas límitrofes con Somiedo lleva ya asentada unas semanas.
El agua es el principal protagonista de este paisaje y asombra ver cómo hace apenas tres meses el estío hacia mella en todos estos valles y hoy todo el valle es una gigantesca turbera que desprende H 2 O por doquier.

Vamos dejando Muxivén a nuestra izquierda
Siguiendo las instrucciones del mapa del Alto Sil editado por Calecha, hemos de abandonar de nuevo el camino principal que sigue ascendiendo hacia la cabecera del valle, y, bajo unas espesas nubes que impiden ver aún la cima del objetivo, seguimos un senderín que asciende hacia la base de la montaña para llegar una turbera por donde corre el reguero del Xistral.
El Xistral nos habla de la presencia de una planta muy codiciada por estos valles, la xistra o gistra. El que es curioso y tiene paciencia sabe hacer de esta planta que da nombre a toda la vecina sierra de Xistréu, un delicioso orujo para calentar el alma en estos días de niebla, frío y humedad.
Estamos continuamente bordeando el pico por su parte oriental y norteña. Pretendemos acceder a la cumbre por la cresta en sentido norte – sur.
Atravesamos ahora una colladina para llegar una guapa plataforma subalpina donde se asienta la laguna de las Borras. Decir que toda esta sierra que va desde el Cornón hasta las proximidades de Villaseca de Laciana está llena de lagunas y tremedales, aparte de unos interesantes saltos de agua que adornan más, aún si cabe, el paisaje. Como digo, este es el país del agua. ¡Y qué lo siga siendo!
Collado la Bobia: ataque a cumbre
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A partir del collado de la Bobia, que separa los valles de Lumajo de los de Sosas de Laciana, el panorama se vuelve cada vez más interesante. La nieve ya hace acto de presencia, y como si de un spray de esos que utilizan en navidad para pintar de blanco los belenes se tratara, las urces aparecen teñidas de un blanco muy simpático. (Seguramente, en unos meses, habrá que excavar para encontrar estas urces).
Desde aquí ya solo hay que seguir la cresta hacia el sur para encontrarse, en primer lugar, con la cumbre de la Seiviecha y después con la cumbre del Muxivén, las dos cimas que culminan este macizo.
A mano derecha, se puede contemplar un hermoso bosque de abedules llamado «el bidular de Vildeu». Me gustaría haberme quedado un buen rato con los prismáticos sobre este lugar, pues posee el típico paisaje «osero».
Pero ni el tiempo (el sol aún no ha hecho acto de presencia y un ejército de nubes desciende desde el Cornón) ni el terreno sumamente resbaladizo e irregular (la roca cuarcítica mojada, con nieve y llena de líquenes se convierte en toda una prueba de habilidad) acompañan la actividad de avistamiento del plantígrado.
Cumbres de Seiviecha y Muxivén
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No tardamos mucho en llegar a la cumbre de la Seiviecha, a 1.921 metros de altura. Desde aquí, la panorámica hacia Laciana, Lumajo y Babia es muy interesante. Un ligero manto de nieve cubre todas las cotas superiores a los 1.800 metros, creando un contraste realmente bello con los colores otoñales de los valles.
El pico y el vértice geodésico aparecen totalmente helados. Las temperaturas deben haber bajado considerablemente estos últimos días por estas altitudes. No en vano, no hemos pasado de dos grados en toda la ascensión. Afortunadamente, es en este momento cuando el sol por fin hace acto de presencia y nos permite comer un poco calientes, aunque el bocadillo que llevamos esté casi congelado.
Panorámica desde la cumbre
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A nuestra derecha, ha aparecido casi por sorpresa otro valle en el cual varias cabanas se reparten entre los abedules. Es la braña de Robles de Laciana, situada en el valle del río Altar.
Cuenta un paisaje inmensamente bello y sus cabanas están bastante acondicionadas por sus dueños, hecho positivo ya que denota una cierto tránsito y actividad en la zona que permite, entre otras cosas, que no se cierren caminos y sendas.

Braña de Robles
A lo lejos, los anchos valles babianos de Piedrafita contrastan con las selvas de la collada de Caboalles, envuelta en nubes que ascienden desde Cerredo. Y hacia el sur, un profundo valle se abre paso para que el Sil llegue (a duras penas entre tanta presa) al océano Atlántico junto con el río Miño, que le espera ya desde hace tiempo en Os Peares.

Babia
La bajada hacia Lumajo es aconsejable hacerla por el mismo camino de ida, aunque nos tiente mucho la idea de descender por las lleras, asunto este, no muy sencillo y que nos puede costar algún susto en los huesos que conforman nuestras valiosas piernas.

Muxivén cara sur
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De aquí al Atlántico ya no hay ningún pico tan alto como este. ¿Lo sabías?
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Un eterno pendiente este «titan» de Lumajo. Espero que este invierno pueda acercarme por la zona.
SAludos
Muy recomendable… yo llevaba tiempo tras de él! saludos amigo
Bella y fresca la andada. Seguro que esta temporada disfrutas de los neveros.
Expresiones
Piedra
Ya está cargando nieve arriba… parece que este año viene como ha de venir!
Vaya fotos, Xandrín, preciosas 🙂
Muchas gracias Yaiza. un beso!
Guapa ruta, hace años que no voy por ahí y creo que ya toca. Me trae muy buenos recuerdos.
Las fotos estupendas.
Un saludo
Muchas gracias amigo. Espero que no se demore pues tu visita a Lumajo. Un saludín
¡Qué lugar más bonito!!
Igual que vuestro valle del alto Bernesga! Muchas gracias amigo.
Llego a tu blog desde el de Ricardo. Me ha encantado y viendo estas rutas y esta maravilla de fotos sólo se me ocurre decir: ¡¡¡Qué bonito es León!!! Saludos.
Me alegro que Ricardo te haya servido de enlace para conocer la senda del hayedo Mara. Muchas gracias!! Y por supuesto, León embellece aún más la gran naturaleza de la tierra. Un saludo.