La Ruta de las 8 Cascadas del Río Faro es una bonita y sencilla aproximación para conocer este paisaje leonés pertenenciente a la Reserva de la Biosfera de los Argüellos. Un recorrido de apenas 7 kilómetros a través de un ancho camino señalizado y muy apto tanto para raquetas de nieve, mountain bike o senderismo con niños.

Detalles de la ruta y mapas

Localización:
Redipuertas (Valdelugueros, Llión)
Punto de inicio y llegada: Redipuertas (1.288 mts.)
Desnivel de ascenso: 300 metros (aprox.).
Sentido de la ruta: lineal
Entorno: Fondo de valle y alta montaña.
Dificultad: Baja
Tiempo: 3 horas (ida y vuelta)
Inicio de ruta: Redipuertas
El recorrido comienza en Redipuertas (Valdelugueros, León) a 1.288 metros de altura. Estos últimos pueblos del valle del Curueño (imprescindible valle leonés para recorrer en coche de sur a norte) han sufrido un demoledora despoblación que solo mitiga levemente el deporte de nieve y montaña.
La ruta de las ocho cascadas, como también se le conoce, muestra nada más salir del pueblo el por qué de su nombre. Es necesario apuntar que algunas de las cascadas que se anuncian en la ruta son poco accesibles, por lo que es importante no arriesgar en seguridad, especialmente con nieve.
Redipuertas fue uno de los pueblos con los que el escritor leonés Julio Llamazares se inspiró para elaborar su afamada novela La Lluvia Amarilla, en la que relata la vida del último habitante de un pueblo de alta montaña a mediados del siglo XX.


La cascada de El Saltón
El Saltón es el primer salto de agua que nos encontramos en el recorrido. Es, además, uno de los más bellos y accesibles. Con cerca de 10 metros de altura, esta cascada aledaña al pueblo, es toda una declaración de intenciones del caudaloso río Faro.
El río Faro, afluente del Curueño, nace bajo las cumbres del Pico Huevo, la Portina de Faro y el Pico la Quemada. Todo ello en un impresionante ambiente alpino de 2.000 metros de altitud.
A partir de este punto serán 300 metros de desnivel acompañando a este curso fluvial recorriendo la cara norte del valle a través de una buena pista que no tiene problemas de pérdida.
Al ser abeseo o umbría, la nieve se conserva en buenas condiciones durante buena parte del invierno y la primavera, siendo un entorno muy apto para las raquetas de nieve o el ski de travesía.
Más arriba, en el final de la ruta, donde la pendiente es considerable, es también un buen punto para el uso de crampones y piolet.



La Mayaduela y La Quemada
El paseo es tranquilo y sin muchos esfuerzos se va alcanzando puntos interesantes del recorrido. Todo el valle está plagado de pequeños saltos de agua, algunos de escasa importancia y otros muy apetecibles en épocas veraniegas.
Es también curioso la abundancia de los topónimos referentes a las majadas ganaderas. «La Majá», «La Mayaduela», «La Mayá»… son nombres con sustrato asturleonés, muy comunes en esta parte central de la cordillera cantábrica.
Actualmente apenas quedan restos de estas majadas exceptuando en la Majá de Tala.



El Reguero Cándano y La Majá de Tala
Quizás son los entornos más guapos de la ruta junto con el último. El reguero Cándano, que desciende de los altos de La Morala (2.144 mts.) genera una bonita cascada que merece la pena visitar a mano izquierda del camino. Praderas y monte se intercalan en este tramo con un soberbio trasfondo dominado por las alturas del Pico Huevo y Faro.
La Portina de Faro, a 2.000 metros de altura, es una de las «brechas» calizas más famosas de la cordillera cantábrica. Ella hace de collado comunicador entre el Puerto de Vegará / Vegarada y Redipuertas. Su silueta es inconfundible para el montañero leonés y asturiano, pues por ambas vertientes se identifica perfectamente. En el Alto Curueño existe también otra «brecha» similar: la Forqueta de Arintero, a escasos 15 kms de Redipuertas.


La Requejá (1.475 metros): Fin de ruta
Tras dejar atrás el refugio y la nave ganadera, hemos de abandonar la pista y cruzar el río para llegar al final de esta ruta lineal, un final con, como no podía ser de otra forma, regalo en forma de cascada.
Recomendable para finales de primavera, cuando el deshielo ha hecho bien su trabajo, esta doble cascada domina el cuenco del nacimiento del río Faro. Las montañas verdes o blancas, según la época, son aquí radiantes.
La Requejá viene a significar en castellano «la rinconada», pues aquí se juntan los dos valles principales que forman el valle de Faro. Es normal encontrar este topónimo como «La Requexada», «Requexines» o «El Requeixu» en otros lugares de León, Zamora o Asturias.
Más allá de los altivos ventisqueros que cierran el valle de Faro tenemos los terrenos, por un lado de Canseco (Cármenes) y por otro de Ruayer / Rioaller (Aller). Una bonita encrucijada asturleonesa que es recomendable ver desde los altos del Pico Huevo, a 2.155 metros de altura.
La vuelta se realiza por el mismo camino de ida.


La Puerta de Faro y Vegará / Vegarada
El valle de Faro se eleva hasta los casi 2.200 metros de altura de los altos de la Fitona, la Quemaona, Faro y Huevo. Esta es una línea de cumbres que podemos realizar desde el Puertu Vegará / Puerto de Vegarada. Desde allí se accede con cierta facilidad a la Portina de Faro y a las cumbres citadas. Es un recorrido muy interesante entre parajes de mucha belleza. La panorámica desde allí arriba merece el esfuerzo.


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