El Alto Curueño: paraiso de nieve |
Una vez más volvemos a surcar el Curueño hacia sus altivas fuentes en Valdelugueros. Cerulleda es el lugar elegido para difrutar de una corta pero intensa salida en raquetas con una ruta por sus altos y vallejas que atesoran grandes panorámicas sobre Bodón y Vegarada. Todo en la reserva de la biosfera de los Argüellos leoneses.

El Pico Huevo, presidiendo el altivo valle de Faro
Cerulleda es una pequeña aldea situada entre Lugueros y Redipuertas. El río lo divide en dos, pero dos puentes, la cimera y la bajera, lo unen. Las truchas hacen vida junto con los vecinos de este pueblin que tiene dos caras, una tradicional, de pueblo auténtico de montaña y otra más moderna, con cabañas de madera construidas para el turismo de nieve que la cercana estación de Riopinos pretende establecer en el valle como un buen recurso para la supervivencia de estos pueblos.
Y a ese turismo de nieve nos encaminamos cuando calzamos las raquetas y comenzamos a andar hacia la pista que conduce a la hermosa valleja de Busllambre, no sin antes pasar por el molino donde Jesús Fernandez Santos escribió la célebre novela de “Los Bravos”.
Inicio de ruta: rumbo al norte |
DETALLES DE LA RUTA Localización: Cerulleda, Valdelugueros (León) Cómo llegar: Desde León a través de la Carretera León-Collanzo (Matallana de Torío) 55 minutos aprox. Punto de inicio y llegada: Pueblo de Cerulleda 1280 metros de altura. Desnivel de ascenso: 700 metros (aprox.). Sentido de la ruta: circular Entorno: Pastizal, caliza, monte bajo. Dificultad: Media Tiempo: 5 horas |
La pista sube ladeando dejando el Curueño a nuestra izquierda y poco a poco se va adentrando en la montaña. Al poco rato nos saca a una campera donde la nieve ya coge algo más de grosor y las raquetas se hacen indispensables, así como unas gafas de sol para disminuir los reflejos y destellos de este mundo blanco, casi ártico, que se ve acentuado cuando miramos hacia los cercanos montes blancos de Faro y La Morala, los cuales se muestran sencillamente espectaculares en este día.
Tras pasar una cabaña y espantar a un joven venado, el cual estaba encamado entre las escobas, comenzamos la cuesta que nos lleva a la collada que queremos alcanzar para, luego, comenzar un cresteo que poco a poco nos tiene que llevar (si los cálculos no nos traicionan) hasta la cima del Pico Espina, a 1.929 metros de altura, cumbre que domina este valle de Lugueros y nos llevará a contemplar también los cercanos terrenos de Puebla de Lillo.
Cresta y pico Espina (1.929 metros) |
El cresteo hacia la cima requiere atención para no pasar por debajo de cornisas de nieve que en estos días de sol se derriten y pueden producir pequeñas avalanchas las cuales pueden ocasionar algún que otro susto. También, en algunos tramos el hielo hace acto de presencia. Afortunadamente los pequeños crampones de la raqueta hacen de sujeción para evitar caídas.
Ya en la cresta, camino de la cima
Llegamos a una colladina tras habernos cruzado con varios rebecos que, como en casi todas las ocasiones, pasean sin mucha prisa cerca de nosotros. De aquí a la cima ya son escasos metros y tras guardar las raquetas en la mochila, puesto que aquí el viento no ha permitido que la nieve se amontonara, subimos cómodamente hacia el pico Espina.
Descenso a Cerulleda |
Tras comer y descansar mientras nos deleitamos con las buenas panorámicas que esta cima guarda (el puerto de Vegarada, Mampodre, Pico Agujas, La Morala, Bodón…). Nos ponemos de nuevo en marcha con las raquetas para realizar el descenso por su cara sur hacia la collada desde la cual comenzaremos la bajada por un hermoso y muy nevado valle que desemboca directamente en el pueblo.
El sol, que ahora nos da directamente de cara, hace que la temperatura suba y que comencemos a deshacernos de ropa progresivamente. El montañismo con raquetas es un deporte exigente y con alto nivel de esfuerzo físico, pues si bien la raqueta impide que nos hundamos en la nieve, el mero hecho de levantar el peso de cada raqueta y andar sobre la nieve, la cual no siempre es compasiva con el caminante, es un ejercicio continuo de quema de calorías, lo que hace conveniente ir bien hidratado y también llevar ropa adecuada para evitar que el tejido empapado de sudor nos acabe provocando un buen catarro.
Poco a poco vamos descendiendo por este valle hacia Cerulleda y también poco a poco la nieve va fundiéndose para dar paso a los prados cercanos al pueblo donde pasta la ganadería local.
Arribamos de nuevo a este simpático pueblo de montaña surcado por este río, el Curueño, que siempre nos deja un grato recuerdo de nieve.
Muy buena ruta y vistas aún mejores con aparentemente una buena cantidad de nieve, que habrá que disfrutar pronto porque con estas temperaturas se nos va a fundir rápidamente. Este invierno me he acercado a esa zona desde Puebla de Lillo a través de la ruta de la Cervatina, subiendo al Pico Mahón y haciendo toda la cresta de la Sierra de la Cuerna, ascendiendo al Pico Redondo y Cuerna y bajando a Villaverde de la Cuerna, pero aún no había nieve en las montañas. Un saludo y hasta pronto paisano.
Es una zona muy interesante y no muy atendida por los montañeros, todo ese cordal que separa Lillo de Lugueros. Con nieve o sin ella es una sierra muy guapa. Por Tolibia de Arriba he caminado también y La Cervatina qué decir de ella, menudo bosque más chulo.
Un saludo Eduardo
Observo que tuvisteis mejor climatología que nosotros; un día excelente para una ruta excelente. Da gusto ver cómo la zona se ha cargado de nieve. Saludos
Tuvimos mejor Javier si! Como vi en tu reportaje, es una ruta excelente como bien dices y que este año la pienso volver a hacer a mediados de primavera, pues también es una buena zona para ver fauna por lo que pude ver ese día. Con nieve es guapisima.
Un saludo y gracias por descubrirmela 😉
Guapa ruta, para disfrutar de la nieve. Alguna vez tenemos ascendido nosotros esa cumbre también, no en vano llevamos alquilado el refugio de Cerulleda desde hace mas de 30 años.
Un saludo
Muchas gracias Monchu! A ver, explícame!! Alquiláis el refugio de Cerulleda… cuál? Ese que está en la valleja bajo el Pico Espina? Y cómo se puede alquilar, por ejemplo, para un fin de semana? Esos montes me tienen enamorado!!
Un saludo compañero.
Que jornada más espectacular…puro disfrute y las fotos que muestras y como lo cuentas, un lujazo.
abrazotedecisivo
Puro disfrute Sara!! Así fue, y una ruta además no muy larga para hacerla en cualquier momento del día.
Un saludo amiga
Menudo mirador resulta ser el tal pico Espina. No me sonaba pero menudas vistas tiene, entre ellas una de las vistas más guapas que he podido ver de la Puerta de Faro. Preciosa ruta, sin duda.
Un saludo
Yo lo descubrí gracias a Javier en su blog Montaña Leonesa. Siempre lo había ojeado desde Redipuertas y desde Lugueros, pero no sabía ni por donde atacarlo. Y la verdad merece la pena, ya no solo por las vistas hacia Faro sino tambien porque es bien entretenido.
Un saludo paisanu.
Preciosos paisajes nevados, que cada vez son más difíciles de encontrar, no importa que sean pindios o pechetes, siempre un disfrute mirar dessde las cumbres..
Expresiones
Piedra
Hola Héroe… cuanto tiempo sin poder pasarme por tu rincón de la red, pero el trajabo me impide poder visitar blogs amigos todo lo que me gustaría.
Por lo demás la ruta me ha impactado… había nieve por todos lados (como no… esa zona de la Morala y el Pico Huevo siempre carga), y por lo que he podido ver las vistas son espectaculares.
Enhorabuena por la ruta realizada y me la apunto para apurar los días de nieve.
Hasta luego.