La fascinante y variada cara norte de Bodón |
En esta sencilla Ruta de la Cumbres que une a través de colladas y bosques los localidades argollanas de Llamazares y Redilluera (Valdelugueros, Léon), vamos a disfrutar de un gran abanico de colores, especialmente en otoño, en el monte cantábrico de la sierra de Bodón, la cual, en esta cara norte, húmeda y fresca, atesora frondosos hayedos junto con un buen surtido de vallejas tapizadas de diversa vegetación.
El valle del río Labias, en su dirección oeste-este, crea un entorno muy representativo de la cordillera cantábrica leonesa. Por un lado cuenta con una cara norte muy esquiva del sol donde la humedad, la nieve, el agua se conserva con mucha facilidad, facilitando el crecimiento de especies como el haya, el abedul o el serbal, que se desarrollan bajo murallones calizos y monte bajo.
Por otro lado, la cara sur, bajo los altos de 2.000 metros de La Morala, cuenta con un ecosistema bastante diferenciado del primero, más seco, expuesto al sol, principalmente de monte bajo.
En mitad de los dos mundos, está el fondo de valle, con sus vegas, choperas y vallinas donde se asientan los pueblos de Llamazares y Redilluera.
Detalles de la Ruta Lugar: Llamazares (inicio y llegada) Conceyu: Valdelugueros (León / Llión) Sentido de la ruta: Circular Tiempo aproximado: 2 horas con paradas Distancia: 3 kms aprox. Desnivel de subida: 200 metros Entorno: Hayedos y vallejas Dificultad: Baja |
Comienzo de la ruta: Llamazares |
El punto de partida y llegada de esta sencilla ruta circular es el pueblo leonés de Llamazares, a escasos 3 kms por carretera de la capital del valle: Lugueros. Todo ello se encuentra dentro de la Reserva de la Biosfera de los Argüellos.
Llamazares es un típico pueblo de alta montaña, pequeño pero coqueto, dueño de un también pequeño pero encantador valle que comparte con el pueblo vecino de Redilluera, a donde nos dirigimos.
Pasando el puente y la cancha deportiva, ascendemos hacia el cementerio para comenzar una larga cuesta que nos llevará a media ladera de la sierra de Bodón.
Esta primera parte de la ruta no nos debe asustar, pues es el único tramo con cierta pendiente. Luego, el paseo se hace mucho más liviano.
Ya cercanos al bosque, el cual está compaginado casi a partes iguales entre pinos de repoblación y hayas, debemos continuar por el camino que lleva dirección oeste o poniente. El otro camino es el que nos llevaría a la ruta del Pico Bodón.
De collada en collada a través de hayedos |
Una vez que hemos ganado el desnivel necesario, el camino pierde pendiente y continua a media ladera bajo los montes poblados de diversa vegetación cantábrica, siendo el hayedo o faedo el que más suele gustar a caminante.
En épocas otoñales esta cara norte de Bodón, en la que también abundan pinares de repoblación, ofrece vistosos colores ocres, rojizos, amarillos y verdes debido a la variedad de árboles. Es como un pequeño trozo del pirineo en nuestra cordillera cantábrica.
El camino atraviesa la primera collada para descender y volver a coger altura en una segunda collada. Y vuelta a empezar. ¡Realmente cada vallina parece una copia de la anterior!.
Es un paseo ameno, que discurre también por el interior de frescos bosques donde es posible avistar fauna como el corzo o el ciervo.
Descenso a Redilluera |
Tras pasar la última collada y atravesar uno los mejores hayedos de la ruta, el camino comienza a perder altura considerablemente hasta internarnos en una estrecha vallina con prados a la derecha.
En poco tiempo vamos saliendo al valle principal donde nos espera el pueblo de Redilluera.
Redilluera, precioso nombre con rasgos muy leoneses en su segundo nombre «Lluera», es también un hermoso y bien cuidado pueblo. Abundante en regueros, huertos y jardines, Redilluera cierra el valle en este extremo del municipio de Valdelugueros, siendo también punto de partida entre la ruta / camino que une el Curueño con el Torío, vecino valle representado en el pueblo de Canseco, a escasos cuatro kms. de esta localidad.
Vuelta a Llamazares por el valle |
Utilizando la carretera que une los dos pueblos, descendemos hacia el punto de partida, del que solo dista un kilómetro, recreándonos con la magnífica visión de la sierra de Bodón, la misma por la que hemos andado hace apenas unos minutos.
Desde este camino de vuelta se adquieren grandes tomas del valle, con sus pastos frecuentados por caballos y vacas, sus amarillas choperas y las múltiples vallejas que ascienden hacia las cumbres rocosas que separan el valle de los terrenos de Valdeteja y Valverde.
Espectacular recorrido para hacer en cualquier época del año, pudiendo alargarlo una y dos colladas más para retornar a Redilluera de formas diferentes. Pero, como siempre, el otoño es la máxima explosión para ver su colorido.Precioso recorrido y reportaje, un gran trabajo por tu parte.
Buenas Mar! Pues si! Si alargamos un par de colladas más hacia Canseco, la verdad es que no sale una ruta pretosísima y sin mucha dificultad. Muchas gracias por el comentario. Un abrazu amiga.
Buenas noches.Una explicación de la ruta maravillosa.Da gusto.Hay algún camino alternativo para no ir por carretera ese último kilómetro?es que quiero hacerla con mis hijas pequeñas.Gracias
Aunque no lo aconsejo, podrías intentar bajar junto al río… pero creo que lo más rápido y sencillo es bajar por la carretera con cuidado. No suele haber mucho coche, por lo que con precaución y sin muchas paradas, se retorna bien.
Gracias por comentar y me alegro mucho que te gustara la ruta Sara. Un saludo.
Es una ruta preciosa, pero muy dura, nada apropiada para niños y personas que sufran al subir cuestas, que tiene muchísimas. Como nota negativa, añadir que la señalización prácticamente no existe, hay que buscarse la vida.